En estos momentos, escribimos este post desde un hotel de Samarcanda. Tras nuestra salida de Oral, han sido muchas las peripecias que hemos vivido hasta llegar aqui.
Frente a un templo en Oral
En un principio, teniamos planeada una ruta a traves de una carretera secundaria para llegar a la ciudad de Aral. Por suerte, de camino conocimos a un grupo de chavales kazajos muy simpaticos, con los que estuvimos charlando hasta bien entrada la noche.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYc0C2_IdxJhLhzWpLJWt-0nXMIfLYEVr3oEvJ5Shk_7o3EtP8Qceoq9OW71q-ERFCCFTvBhLyVFBKyMpdjGduCUIM9Gro_OwXXfros9bAenwMTCLWVxrrZ0yiKZvWm0IfyeVBmd_nBDd_/s400/Mongol+Rally+038.jpg)
Nuestros amigos kazajos nos desearon toda la suerte del mundo!
Nos recomendaron viajar por otra carretera, dado que la que teniamos planeada no era muy aconsejable. Durante la noche estuvimos conduciendo hasta el ultimo pueblo, en donde llenamos las garrafas de gasolina, compramos agua y nos preparamos para atravesar un desierto de unos 400 km.
Durante un buen trecho no tuvimos ningun problema, hasta que por error entramos en un banco de arena y nos quedamos estancados.
Tratamos de sacar el coche durante una hora por todos los medios de que disponiamos: calzando las ruedas con piedras, cavando con una pala, intentando empujarlo, etc, y no hubo manera. Estabamos atrapados en medio de la nada, con un sol de justicia y la ciudad mas cercana a unos 180 km. Dado que los telefonos moviles no tenian cobertura, nuestra unica opcion era esperar a que alguien pasase por alli y nos ayudase a empujar o remolcar el coche.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiehJORGITDPyPfIZVuKliwWjdkLtSZuKvz7xOb2GhB7pxF_OprhNLyOTjb7S2grikMK2nDAtH6EbLwpXuyBlSYOfYJlLPXasH3aG0bLtBsYrKEfgLmVJarGOLocu0QlNBYdoK9KVuXZOx9/s400/Mongol+Rally+049.jpg)
Parados en un "atasco"...
Paramos a unos kazajos que intentaron empujar junto con nosotros, pero aun asi no hubo manera, por lo que se fueron.
Tambien tratamos de pedir ayuda a unos camioneros, que viendo lo peligroso que podria resultar quedarse atrapados en la arena pasaron de largo.
Por suerte, y al cabo de un buen rato, pudimos parar a un camionero muy amable que se ofrecio a remolcarnos para sacar el coche de la arena.
Cuando parecia que todos nuestros problemas estaban solventados, un nuevo contratiempo tuvo lugar: el camion que nos remolcaba sufrio una averia y no era capaz de echar a andar.
En ese momento el camionero kazajo, ni corto ni perezoso, se puso a desmontar el camion de arriba a abajo, llegando incluso a moldear algunas piezas que no le encajaban a martillazos. Tras 4 horas de arreglo, el camion arranco y pudo sacarnos de alli.
El camionero kazajo, manos a la obra...
Durante ese tiempo conocimos a un equipo ingles que tenia problemas mecanicos y se habia quedado parado muy cerca de nosotros.
Cuando todo estuvo en orden, partimos hacia el sur con el fin de cruzar el desierto mientras hubiese luz, ya que los chavales que kazajos nos habin advertido de lo peligroso que podia resultar pasar la noche alli, debido a la presencia de bandidos (ellos los llamaban "gangsters" o "local mafia").
Pero este plan no pudo verse cumplido, ya que e coche de los ingleses volvio a estropearse unos cuantos kilometros mas alla. La llegada de la noche era inminente, asi que decidimos acampar con ellos, para que en el caso de que no pudiesen arreglar su coche, al menos pudiesemos nosotros llevar a alguno de los ingleses hasta Aral para que pudiese pedir ayuda.
El campamento que levantamos junto a los ingleses y los austriacos
Para nuestra sorpresa, unos austriacos que habiamos conocido en la fiesta de Klenova aparecieron por alli, y se unieron a nuestro campamento.
Despues de cenar, los ingleses fueron testigos de un milagro cuando un polaco con un remolque vacio paso al lado de nuestro campamento y se ofrecio a llevarles a Aral. Montaron en coche en el remolque y no hemos vuelto a tener noticias de ellos, esperamos que hayan podido arreglar el coche y sigan su camino hacia Mongoia.
Mientras tanto, y tras pasar la noche en la estepa kazaja, los austriacos y nosotros levantamos el campamento y continuamos nuestro camino hacia Aral.
El desempeno del coche por el desierto fue excelente
Fue bastante sorprendente el hecho de que nos cruzamos con unos camellos, por lo que nos hicimos unas cuantas fotos con ellos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVLJSwJdmOC-WZ-iCLp45FFlpfE7QRNqcuQQak_Byw4rdcvgANAZLEcYP7ut0RJqGh62BaVA3SIhEuEvMHiRQ4UZBjCRuD1v-yaSQFldKtH5Yc9L3SdPa99r4pP3UPuKQ_FEKS600FHjAV/s400/_7313850.JPG)
Unos simpaticos camellos vinieron a saludarnos
Tras conducir varias horas llegamos finalmente a Aral. Vimos algunos de los famosos barcos abandonados en el mar seco, y seguimos nuestro camino hacia Uzbequistan no sin antes repartir boligrafos y lapiceros entre los ninos de la ciudad.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5sBTrpzNT7aUwJbXbLPJaqJbNrtfQRgMO-kyGPKdm7ovTGuWainVXwwfsrkH7Ek8rwKmHKwCsrmE2tnqLkFz0nahv2dEl_MQdYTizkKyPoEfFOuA8c-VARngSCPLrMIfIFYaspBy9on1e/s400/Mongol+Rally+121.jpg)
Resulto impresionante ver como el mar seco dejaba encallados a los barcos
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6VkB5neWk2Eb6zhQdrqauKbReASfRz0sp9K0Rkk4XIYL8QlBhVTAXnqWXN9hGUpinjnceDSFaly5EmH2ESVN2SqDlO_bBGqaO62pw75pqU0sIWKxhU18gCT0tkv8m1JDatNAKJDZyfiiK/s400/_7313879.JPG)
Estos ninos nos ayudaron amablemente a empujar nuestro coche antes de la salida!
El viaje hasta el borde fronterizo fue un poco complicado, ya que por la carretera cruzaban caballos y vacas, circulaan motoristas sin luces en medio de la noche, y para colmo nos sorprendio una tormente bastante fuerte.
Finalemnte conseguimos legar a la frontera. A la salida de Kazajstan, un policia corrupto nos hizo pagarle unos 15 euros porque un papel que nos habian dado en otra aduana tenia un error tipografico. Se lo pagamos, y seguimos hacia la entrada en Uzbequistan, la cual supuso algo de desesperacion por lo lento y tedioso que resulta cruzarla.
Tas regalarle una botella de whisky a un oficial uzbeco, nos dejaron pasar sin desmontarnos el coche, cosa que viene siendo habitual, y pudimos seguir nuestro camino hacia Samarcanda.
Aqui conocimos a Jasur, un chaval muy simpatico que se ofrecio a ensenarnos la ciudad, lo cual fue de gran ayuda para nosotros. Vistamos unos sitios preciosos, y por la noche cenamos junto a un grupo de equipos espanoles con los que coincidimos.
En estos momentos estamos repasando la ruta para dar con la forma optima de llegar hasta Mongolia, ya que estamos algo cortos de tiempo.
Un abrazo a todos!